Esta noche...

Esta noche no llueve, ni la luna se ve de mil colores, y sin embargo aún sigo aquí. La vida es un viaje, un paseo por la piel donde sufrimos y disfrutamos lo que nos va enseñando. Me encuentro en un gran juego que juegas tú también, somos dos niños jugando a ser adultos.

Y vamos pasando multitudes con los días, conociendo y reconociendo rostros, voces y miradas, queriendo a personas ajenas a nuestras vidas, cuya presencia no es indispensable. De las vueltas que da la vida, unos se pierden y otros se alejan sin quererlo en ocasiones. Sin embargo, al ser separados nos quedan recuerdos que dan vueltas como fantasmas que aún me hablan y me hacen reír, muchas veces duelen y otras, nos hacen sentir de nuevo lo ya vivido, y luego se van.

Sin querer me pierdo y vuelvo a recorrer y a sentir de nuevo lo que ya no es, recordando tu mar. Y llega la nostalgia de la noche sin lluvia y sin luna deslumbrante. Se exhuma el amor y la amistad que nunca fueron borrados y recuerda el corazón lo que es extrañar a alguien pero sobre todo, recuerda lo que es extrañarte a ti...a ti.

Pero supongo, que de eso se trata todo, de marea que viene y va, que acaricia cuando está contenta con su arena, con su viento, con su sal y que otras veces tiene un estallido de emociones, de dolores y de lágrimas, que la hacen crecer, que la enturbian, que golpea y que no me deja entrar por temor, tal vez, a lastimar o ser lastimada, por falta de él, tal vez. Y todo pasa con el tiempo para en este estado estar seguros que nos elevaremos al estado etéreo en donde siempre el recuerdo de tu mar será la constante de mi noche, esta noche sin disgustos,sin lluvia, sin luna deslumbrante, sin paz en donde vuelan mis cuervos, mis fantasmas...