hagamos galletas....

Por la noche al cerrar la ventana ocurre que se abren mis ansias y me recuerdo que estoy sin riñas, que los malestares se han escondido para luego desaparecer y que las ganas de volver atrás es una utopía en la sin – razón de lo que pienso debería ser cierto y no puede encontrar su verdad.

En la mañana, sucede que no estás en mis cosquillas y que mis nervios sin temple empiezan a cromar nuevas sonrisas ... eternas, inoxidables, genuinas... que no sean capaces de deformarse con el impacto de tu mirada...Y me pregunto ¿por qué?

¿Por qué desapareces de repente de mi estómago y dejas de provocarme un cosquilleo, dejas mis nervios en paz? para regalarme entonces esta soledad que ahora me siento a disfrutar. Llego a la conclusión de que el porque sale sobrando.

Después del desayuno donde destrozo recuerdos, camino en las palabras que ahora son aire y juraron no cambiarte ni un segundo ni volver trilladas las caricias de tus manos. Sucede que me vuelvo a enfermar de lo banal y triste que era mi nada sin tus candados. También recuerdo lo estúpida que se vuelve está situación cuando comienzo a quejarme de tus candados y librarme de ellos una y otra vez. Y te pido que los abras, que me dejes en paz, porque me cortas el aire, porque no te soporto y ya no quiero escucharte más… mientras la ventana nocturna de mis ansias se cerraba para hacer las veces de una red que un día tuvo para mi bien encerrar tu mar.

Todavía sobre la mesa se encuentra el desayuno que no digiero. Aún no hace digestión el platillo que tiene un par de corazones al horno envueltos en estaño de inocencia y sazonados con el sabor de nuestro ingenio.Me lleno de malestares y el cuerpo me reclama paz. Pido un beso eterno para aliviar mis dolores y una caricia muerta directa a mis historias que sirva de masaje al alma… pero ocurre que me he invadido de mi tiempo libre.Y es el tiempo el que me obliga otra vez a hablar de libertad, de su enorme y peligroso campo de batalla en donde a muchos he visto perder y regresar con algunas cicatrices, desaparecer o volverse locos.

Mis guerras no vislumbran ninguna tregua… a veces no se que hacer con mi libertad que en ocasiones se vuelca en la soledad y me quema… peor aún, cuando la tengo no se que hacer con ella.Me hubiera gustado tener la libertad para en muchas o pocas palabras para decirte que todos tus pensamientos llenos de mentiras, manchados de verdad y la idiotez de tu estrategia estaban bien para que no doliera. Y así, comenzar a bombardear tu cuerpo con todas las armas que poseo… dejarlo rendido en mi cuaderno sin historias que tiene por portada una sábana con los colores de mi vida. Pero sucede que estoy sola y mi tiempo libre me permite pensar que a esto le faltan palabras, le falta dirección y por mucho le falta quien lo escribe.

Yo tambien quiero una ilusión, aunque este usada...


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te amo...